El mundo del retrato

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Inicié mis estudios y trabajo en la fotografía de retrato a los 19 años, haciendo fotos a actores y actrices que estaban estudiando interpretación y necesitaban un book fotográfico para enviarlo a las agencias. Un trabajo que continué más adelante y con sesiones fotográficas para particulares tanto en el campo artístico como en las sesiones de estudio. Aunque esté especializada en esta temática, también he trabajado como auxiliar y principal fotógrafa en eventos culturales y empresariales.

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Para mí, el retrato fotográfico es una manera de conocer a la gente. Mostrar empatía y respeto hacia esa persona es vital para ejercer este trabajo. Mi deber como fotógrafa es el de crear seguridad, ayudar a afrontar esa exposición ante la cámara, comprender y hablar sobre cómo van a ser las fotografías. Tener una reunión previa es vital para asegurarse de que el trabajo, la sesión fotográfica, sea un ambiente agradable para ambos para poder así colaborar al máximo y conseguir capturar esas fotografías deseadas: su personalidad, sus sentimientos, la historia que quiere contar, recrear una ficción, ese lado que le da vergüenza mostrar...

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Un trabajo laborioso y colaborativo del que aprendo cada día.